El impacto social ha sido una de mis principales motivaciones en mis viajes y proyectos internacionales. He tenido la oportunidad de trabajar en India, Costa Rica y Corea del Sur, donde participé en diversas dinámicas con un enfoque social. En India, me involucré en iniciativas que promovían la educación y el empoderamiento de las mujeres. En Costa Rica, trabajé con comunidades locales en proyectos de sostenibilidad y conservación ambiental. Y en India, colaboré con jóvenes en riesgo de exclusión social, brindándoles espacios para el desarrollo personal y creativo. Además, participé en un proyecto en Silicon Valley, enfocado en apoyar a mujeres emprendedoras de comunidades no representadas. El objetivo era ayudarlas a hacer sus proyectos más sostenibles, proporcionándoles herramientas y recursos clave para optimizar sus modelos de negocio y fomentar el impacto positivo en sus comunidades. Este proyecto reafirmó mi compromiso con el emprendimiento social y la creación de oportunidades para aquellos que más lo necesitan. Cada una de estas experiencias me ha enseñado que el verdadero impacto se construye desde la empatía y la colaboración, creando soluciones que tienen un efecto positivo y duradero en las comunidades. Estas vivencias siguen siendo una fuente constante de inspiración para seguir promoviendo el cambio social en todas las áreas en las que me involucro.